Salimos a pasear un rato, una voz muy cercana me dice lo dulce que sos y me dan ganas de vos, de doler y tragar. Luego lo suave, me quedo rozando tu piel y me traes de vuelta como algo especial que nace del corazón de la naturaleza. No como una flor ni como el fuego, sino como el viento que dice algo al oido y se deja llevar. Lo haces muy bien.