miércoles, 16 de septiembre de 2009

Perdiendo

No es mi intención disfrutar escribiendo sobre la derrota porque la detesto, trato de evitarla a toda costa y cuando intuyo que puedo perder suelo no jugar. Pero acá jugue fuerte, arriesgando como nunca, exponiéndome al alcance de una pérdida dolorosa, y así fui ganando espacio sobre un territorio desconocido, dando el máximo pensando que podía verme visto a retroceder en cualquier momento. Por eso estuve atento, y cuando comenzaron a alejarse algunos objetivos me vi perdiendo influencia.
Y justo después que imaginé todo bajo control, empecé a perder claramente. Fue primero evidente para mi con las decisiones que tomé cuando me sentí inseguro y fuera de control y luego aún mas claro cuando volvieron como un duro golpe.
Ahora las alarmas suenan a derrota irreversible, un momento de furia, impotencia y soledad, y luego un vacío que se tranforma en espera, en deseo de llenar nuevamente esas ganas de avanzar.
Mientras tanto escribo para iluminar ese vacío que no se llena con palabras. Además, qué otra cosa podría hacer ahora si ya peleé dando todo contra varios enemigos, tratando de conquistar un territorio que parece no estar destinado a mi.
Ya no se trata de ganar o perder sino de retirarme o no a tiempo para dar otra batalla lo antes posible, porque me aterra tener que arrodillarme pero tambien me aterra no pelear hasta el final.
Lo único claro es que quiero un nuevo territorio, temprano o tarde o moriré intentando.

martes, 4 de agosto de 2009

Quisiera quedarme ahí



Salimos a pasear un rato, una voz muy cercana me dice lo dulce que sos y me dan ganas de vos, de doler y tragar.
Luego lo suave, me quedo rozando tu piel y me traes de vuelta como algo especial que nace del corazón de la naturaleza.
No como una flor ni como el fuego, sino como el viento que dice algo al oido y se deja llevar.
Lo haces muy bien.

lunes, 25 de mayo de 2009

En mi cocina II

Decidí acercarme y tratar de llegar hasta la puerta de la cocina. Es más valiente el que tiene algo que perder que el que no, y yo, preso en mis sueños, no tenía nada. Asi junté lástima por mí y fui hacia la puerta. Con mucho miedo y procurando no sorprenderla debo haber tardado mas de una hora en llegar. Me apoyé sobre el marco y quedé esperando. Sentí imposible avanzar más. De a poco me acostumbré al lugar, su silueta practicamente no se movía y nunca volteaba hacia la puerta. Pasó mucho tiempo así hasta que me invadió el cansancio y decidí en volver a mi cama de la misma forma en que llegué, sin darle la espalda. Pero no alcancé a moverme cuando sorpresivamente y sin voltear su cabeza me preguntó: “¿Sabés porqué estoy acá?”. En ese momento su voz se desdibujó en un escalofrío que me recorrió el cuerpo de pies a cabeza. Apenas pude sostenerme en pie, rápidamente cerré los ojos y mis oidos comenzaron a zumbar aportando confusión. Luego repitió la pregunta y no pude contestar, ni siquiera con una obvia negativa. Tuve un momento de lucidez, un pico de autoestima: “Está jugando conmigo” pensé. No hay porqué temerle a algo que no es perfecto y su pregunta estaba lejos de serlo ya que era muy humana y comprensiva. Entonces tomé valor para decirle: “¿Qué querés?”. Pero mi fuerza de voluntad y mis convicciones acerca de la perfección no fueron suficientes, mi voz se perdió fugazmente y no pude terminar la pregunta. A continuación preguntó desafiante: “¿Qué qué?”. Luego de esa intervención sentí claramente la imperfección de su lenguaje, de su trato torpe y altivo e inmediatamente la vi a mi altura. La ví vulnerable. Pensé en golpearla pero desistí. Era una sombra. Quise insultar, mostrarle que no tenía miedo, pero ninguna palabra salió de mi boca. Mi paciencia se estaba acabando cuando me cortó en seco: “deberías tener cuidado con las palabras que usas, estás hablando con vos mismo.” Ni bien entendí lo que me estaba diciendo, un dolor punzante en el pecho me inmovilizó dificultándome la respiración. El miedo se transformó en desconcierto, la oscuridad en luz y no recuerdo nada mas de esa noche.
Amanecí como de costumbre, como un día más luego de una noche cualquiera, hasta que entré en el baño, me miré al espejo y me asusté al recordar el episodio.

viernes, 1 de mayo de 2009

En mi cocina

Todas las noches levanto mi cabeza hacia la puerta que da a la cocina y ahí la veo, una silueta de perfil, aterradora, sin luz, sentada a la mesa leyendo. Por momentos toma el libro con una mano, lee cruzada de piernas balanceando una de ellas y me da la impresión de ser una mujer, extremadamente femenina. Pero luego cambia de posición, apoya el libro sobre la mesa, la cabeza sobre su mano, y así parece un hombre, se parece a mi, y así puede pasar horas, como yo.
Siento que debería acercarme pero no puedo hacerlo, siento terror de pensar que gire la cabeza hacia mi cama. La primera vez que la vi me dio pánico, un terror de muerte, cerré los ojos entregándome y cuando desperté ya no estaba.
Últimamente estoy tranquilo, podemos convivir durante la noche, parece que solo necesita una mesa y una silla en mi cocina. Hace un par de meses que lee y en la última semana creí que iba a terminar y buscar un poco de práctica. Pero eso no ocurrió, sigue leyendo. Estoy tranquilo, aunque cansado de la situación. Las primeras noches hubiese muerto inmóvil con los ojos cerrados pero ahora quiero al menos que me encuentre de pie. Ayer fui silenciosamente hacia el baño, no porque necesitara ir sino para medir mis posibilidades. Pareció no sacar la atención del libro y sentí que no podía engañarla, como si leyera mi mente.
Estoy aterrado por la posibilidad a interactuar, a que gire y detenga su atención en mi, a escuchar su voz, como si mi cabeza fuera a estallar a la primera vocal. Si pudiera le preguntaría si soy especial. No se porqué, pero eso quiero preguntarle.

miércoles, 22 de abril de 2009

Belleza

"Era uno de esos días en los que sientes que está a punto de nevar... y hay una cierta electricidad en el aire. Casi la puedes oír. ¿Entiendes? Y esa bolsa esta simplemente... bailando... conmigo... como un niño rogándote que juegues con él. Durante quince minutos. Ese fue el día en que me dí cuenta de que... había una vida entera detrás de las cosas... y una fuerza increíblemente benévola... que quería decirme que no hay razón para tener miedo... nunca. Ya sé que el video no captó todo eso. Pero me ayuda a recordar. Necesito recordar. A veces hay tantísima belleza en el mundo que siento que no lo aguanto; y que mi corazón se está derrumbando."

Si pensás que vas a morir de amor, te advierto: ya estás muriendo. Mas vale lo tomes antes que te empiece a a destruir, aunque no te va a matar, no, te va a inducir de manera violenta, minando tu capacidad de sentir placer por las cosas más simples hasta hacer la vida insoportable. Es un largo proceso de derrumbe, no es un llanto o dos, ni una mujer o dos, está adentro, en los libros de tu historia. Ahora estoy leyendo de fin a principio, para aprender, para combatir en esta trinchera, acorralado, con la certeza que darle la pelea a lo que te mata por dentro tiene sentido como ninguna otra cosa. Luchar, aquí, es una cuestión de fe.

sábado, 4 de abril de 2009

Un esclavo del placer

Lautreamont, inspirador de surrealistas, advierte:
"Me propongo sin estar emocionado, declamar la estrofa fría y seria que vas a oír. Prestad atención a su contenido y no os dejéis llevar por la impresión penosa que al modo de una contusión ha de producir seguramente en vuestras imaginaciones alteradas. No creáis que yo esté a punto de morir, pues todavía no me he vuelto esquelético ni la vejez está marcada en mi frente."

Tengo que admitir que no tengo autoridad para hablar de surrealismo porque estoy enfermo y además al primer indicio de recuperación el mundo parece un lugar maravilloso, mucha gente deja de ser detestable y el aire vuelve a ser tan sabroso como siempre. Así es, en este momento no soy creíble para los demás, no creo en mi propio juicio y no represento ningún pensamiento sino el de los que poseen un mal tortuoso. No puedo calificar ni para pesimista ni para optimista, sino simplemente padezco. ¿qué era yo antes de esto? claramente un romántico en potencia, ¿y ahora?, un esclavo del placer.
¿Puede ser uno esclavo del placer? ¿se puede vivir sin sentir placer?
Diría que la búsqueda de un sentido para la vida es algo que se hace de la mano del placer sabiendo que no se va a encontrar nada. Es decir que el sentido de la vida y el placer son la misma cosa ya que sin este último no hay búsqueda posible.
El tacto, ¡qué sentido poderoso!, muy amigo del placer, es tan amigo que el placer no vive sin él, se muere de tristeza.
Sin tacto no hay libros, no hay música, no hay prójimo, no hay muerte y el mundo es eterno. Y lo eterno es amigo de lo frio, de lo insensible. Así cierra el ciclo.

viernes, 27 de marzo de 2009

Informe sobre ciegos: Ernesto Sábato 2

Decía que Sábato realizó erráticas intervenciones políticas. Para muestra de ello hay un trabajo interesante en ésta revista (acá). El autor del artículo pregunta y sentencia: "Cómo es posible tolerar la hipocresía y el doble discurso que manejó Sábato desde siempre, acomodándose de la forma más ruin.”

Defender a Sábato de la acusación de hipócrita es un trabajo difícil ya que trabajó mucho para que nadie lo entienda. Pero de ninguna manera es alguien que haya buscado acomodarse sino todo lo contrario. En diversas oportunidades Sábato renunció a privilegios como cuando estuvo en uno de los insitutos de Ciencia más importantes del mundo (MIT) y renunció a su carrera para dedicarse a la literatura habiendo publicado hasta entonces nada al respecto. También cuando acomodado en la revista El Mundo durante la “Revolución Libertadora” rápidamente renunció denunciando torturas del nuevo régimen haciéndose un replanteo del peronismo, autocrítica, y de paso para no perder amigos influyentes, en 1957 “boludeó” públicamente a un analfabeto político Borges:

“Ignoro por cual de los dos métodos se inclina José Luis Borges en sus últimas investigaciones históricas. Si se pronuncia por el determinismo sería absurdo que se enoje con Juan Domingo Perón y con las masas descamisadas; filosóficamente tan absurdo como si se enojase con la piedra movediza de Tandil por haberse venido abajo. Si se pronuncia por el libre albedrío (absoluto, como plantea él el dilema), debe concluir que cualquier hombre en cualquier circunstancia puede hacer lo que quiera y por lo tanto es omnipotente; en esta alternativa las cosas se pondrían muy feas para Borges porque cabría preguntarle -y hasta en forma amenazante- porqué permitió él la existencia de Perón. Tal vez en ese caso y ante una amenaza tan brutalmente fáctica, se vería obligado a decir, con una mesurada dosis de razón, pero mortalmente para su doctrina, que él sólo por sí solo, por sí solo y a pesar de toda su voluntad y aún de su buena voluntad, era incapaz de derribar a Perón; debería admitir, en fin, que la historia argentina entre 1945 y 1955 obedeció a una curiosa mezcla de voluntad de Borges y de situación histórica, incurriendo, por lo tanto, en los más bochornosos extremos de su teoría del hibridaje”.

Sábato no cambió de opinión en cuanto a su visión del mundo a lo largo de los años, aunque tuvo tiempo para hacerlo, esto se debe principalmente a que los problemas que menciona en su libro Hombres y Engranajes no cambiaron desde la segunda guerra mundial hasta hoy.

El problema de Sábato es la política en los países tercermundistas. Luego de su desilusión por por el devenir de la Revolución Rusa, pierde la brújula e inventa una que no le va a funcionar bien durante el resto de sus dias. Sábato reniega del capitalismo de mercado y también del de estado. Eso lo lleva a ver fantasmas pro Rusos en muchos lados y demuestra escepticismo ante los revolucionarios comunistas locales, incluso ante la Revolución Cubana salvando las figuras de Fidel Castro y elogiando a Guevara especialmente. Cómo no salvar a Castro si su principal crítica hacia Perón por esos días era que en 1955 no se quedó a combatir con el pueblo.

Entonces una característica de Sábato era el desencanto con los revolucionarios marxistas que asomaban la intención de instaurar un capitalismo de estado. Este pensamiento lo dejó afuera de participar activamente o “incondicionalmente” como él decía.

Por otro lado Sábato no desconocía el papel que jugaba como “comunista arrepentido” en los medios de comunicación pero él prefiría participar independientemente del medio que lo convoque y así era usado. Veamos lo que dice de sus publicaciones en la revista Gente a principios de los 70:

“... lo que publico sea donde sea, lo firmo con todas las letras”

“es una revista popular como cualquier otra”

Mientras él decía lo que pensaba le hacía el juego al enemigo, siendo esto reconocido por él, lo que lo llevaba a cuidarse de la tergiversación de sus dichos y a veces, imposibilitado de evitarlo, evitaba declaraciones. Pero tenía una tendencia a creer que los medios de comunicación y mismo la sociedad lo valoraba como pensador anarquista. Para ver hoy en Sábato un anarquista, hay que hacer mucho esfuerzo ya que a veces su razonamiento sobre la sociedad en general, por momentos no fue demasiado acertado. Veamos un ejemplo, en 1971 dijo:

“...usted habló de una necesidad compulsiva de Bs. As. que impide a los escritores expresarse. Pero ¿Quién impide a un muchacho que nace en Bragado, pongamos, escribir sobre la realidad de Bragado y ser un escritor genial? Lo que pasa es que genios no nacen todos los días, y sería muy raro que mañana nazca uno en Bragado. Siempre es raro que nazca un genio. Pero si nace no le quepa ninguna duda que nada le va a impedir escribir una novela genial: es su falta de genio, qué le vamos a hacer.”

Éste último comentario sería mas propio de un Borges que de un anarquista.

Por último, en sus últimos años compatibiliza su pensamiento con el cristianismo de los evangelios y esto es lo menos surrealista que podría haber hecho. En “El Túnel” dice:

“Hasta un hombre, real o simbólico, como Cristo pronunció palabras sugeridas por la vanidad o al menos por la soberbia”.

A mi me parece bastante estúpido este mensaje aislado ya que si Cristo no existió entonces no pronunció ninguna palabra, entonces otro hombre escribió sus palabras y este último no tendría ningún valor extraordinario.

En el año 1990 se casa con la bendición de sacerdotes de la Iglesia Católica y en “Antes del Fin” concluye: "es desde una actitud anarcocristiana que habremos de encaminar la vida".

Con respecto a esta etapa intenté leer sus últimos libros pero parecen ser mas un mensaje de amor y paz para lectores conservadores que una construcción de pensamiento coherente y además, por momentos es una literal copia de libros anteriores.

En fin, lo dejamos a Sábato por un momento, un hombre de gran valor que supo interpretar al hombre de su tiempo pero que no vió adecuadamente la realidad política latinoamericana. Acá lo respetamos porque, aunque no sea un surrealista puro, entiende de que se trata el movimiento y resulta útil para pensarlo.



domingo, 22 de marzo de 2009

Segundo manifiesto del surrealismo

En el año 1930, Breton escribió el segundo manifiesto del surrealismo en el se ocupó de clarificar el aspecto político del movimiento criticando duramente a otros colegas expulsados. Cito un par de pasajes para resumir la intención:

“Antes de proceder a una rendición de cuentas es importante saber a que clases de virtudes morales recurre el surrealismo, ya que hunde sus raíces en la vida - y no es sin duda por azar que lo hace en la vida de este tiempo – en el momento en que yo recargo esta vida de anécdotas tales como el cielo, el ruido de un reloj, el frío, un malestar, vale decir que vuelvo a hablar de ella de un modo corriente. Nadie está exento de pensar en esas cosas, o de tener apego a un peldaño cualquiera de esa escala degradada, a no ser que haya superado la última etapa del ascetismo. Es justamente desde el repugnante hervidero de esas representaciones carentes de sentido que nace y se nutre el deseo de ir más allá de la insuficiente y absurda distinción entre lo bello y lo feo, lo verdadero y lo falso, el bien y el mal. Y como del grado de resistencia que esta idea de elección encuentra depende el vuelo más o menos seguro del espíritu hacia un mundo por fin habitable, se concibe el surrealismo no tema hacer un dogma de la rebelión absoluta, de la insumisión total, del sabotaje sistematizado y que no espere ya nada que no provenga de la violencia. El acto surrealista más simple consiste en salir a la calle empuñando revólveres y tirar sobre la multitud al azar cuantas veces sea posible. Quién no ha tenido siquiera una vez, deseos de acabar de ese modo con el pequeño sistema de envilecimiento y cretinización en vigor tiene su lugar señalado en la multitud, con su vientre a la altura del tiro. La legitimidad de tal acto no es - en mi criterio – en absoluto incompatible con la creencia en ese resplandor que el surrealismo intenta descubrir en el fondo de nosotros. Sólo he querido dar entrada aquí a la desesperación humana fuera de la cual no hay nada capaz de justificar esa creencia. Es imposible estar de acuerdo con una prescindiendo de la otra, y quién fingiera adoptar dicha creencia sin participar realmente de esta desesperación no tardaría en tomar apariencia de enemigo a los ojos de los que comprenden. Parece cada vez menos necesario buscar precursores de esta disposición espiritual, que encontramos tan ocupada consigo misma, y que denominamos surrealista.”

“Si gracias al surrealismo podemos desechar sin vacilaciones la idea según la cual las cosas que existen son las únicas posibles, y si sostenemos que por un camino que “existe”, que podemos mostrar y ayudar a seguir, se puede llegar hasta lo que se afirmaba que no existe; si no encontramos palabras suficientes para estigmatizar la bajeza del pensamiento occidental; si no tememos entrar en insurrección contra la lógica; si no juráramos nunca que un acto cumplido durante el sueño tiene menos sentido que uno ejecutado despierto; si ni siquiera estamos seguros de que no terminásemos un día (mientras tanto yo escribo:un día; yo escribo: mientras tanto), que no terminaremos de una vez con el tiempo, vieja farsa siniestra, tren perpetuo en descarrilamiento, pulso loco, inextricable amontonamiento de bestias que revientan o ya reventaron, ¿cómo se pretende que demostremos ternura o incluso tolerancia frente a un aparato de conservación de cualquiera clase? Sería el único delirio realmente inaceptable para nosotros. Todo está por hacerse y todos los medios deben ser buenos para destruir las ideas de familia, patria, religión. Por conocida que sea la posición surrealista a este respecto, es necesario insistir que no implica concesiones. Los que hemos tomado la responsabilidad de sostenerla persistimos en anteponer esa negación liquidando todo criterio de valor; estamos dispuestos a gozar plenamente de la aflicción tan bien fingida con la que el público burgués (siempre tan innoblemente dispuesto a perdonarnos ciertos “errores de juventud”) acoge la irresistible necesidad que nunca nos abandona de revolcarnos de risa ante la bandera francesa, de vomitar de asco al rostro de todos los sacerdotes, y hacer blanco en la ralea de los “deberes esenciales” con el arma de largo alcance del cinismo sexual. Combatimos la indiferencia poética en todas sus formas; el arte como distracción, la investigación erudita, la especulación pura; no queremos nada en común con los pequeños o grandes ahorristas del espíritu. Todas las cobardías, todas las abdicaciones, todas las traiciones posibles no nos impedirán que acabemos con esas bagatelas. Es interesante observar además que, librados a sí mismos, aquellos que nos han puesto la necesidad de dejarlos de lado bien pronto perdieron pie, teniendo que recurrir a los más miserables expedientes para recobrar el favor de los defensores del orden, grandes partidarios todos de un rasero que iguala cabezas. Una fidelidad sin desfallecimientos a las obligaciones del surrealismo supone un desinterés, un desprecio por los riesgos, un rechazo de toda transacción, que muy pocos son capaces de mantener por largo tiempo. Aunque no quedara ninguno de los que en los comienzos hicieron depender sus perspectivas de significación y su afán de verdad, del surrealismo, éste seguirá viviendo. De todas maneras ya es demasiado tarde para que el grano no germine hasta el infinito en el terreno humano en compañía del miedo y otras variedades de malezas que han de dar cuenta de todo.”

sábado, 14 de marzo de 2009

Pena de muerte


La muerte justifica la vida.
Si el ser humano fuera inmortal, de todas formas no podríamos asegurar lo mismo del cosmos.
Los recursos se acabarán y las guerras no.
El día que un hombre descubra la manera de perpetuar su vida, habría que matarlo.

jueves, 12 de marzo de 2009

Informe sobre ciegos: Ernesto Sábato.

Este hombre de un siglo de vida estuvo en muchos lugares, su destacada militancia comunista lo llevó hasta Rusia, fue a Francia a trabajar como científico a un destacado laboratorio, en ese país sirvió café a famosos surrealistas, volvió a Argentina y formó parte de la "Revolución Libertadora", intercambió elogios con Ernesto Guevara, apoyó y elogió a Videla como flamante presidente de facto, redactó el libro "nunca más" en clave "dos demonios" y escribió una cantidad importante de libros anticipando nada.


Su trayectoria como ciego es muy larga, veamos algunos momentos:

- En 1956, expresa en palabras su impotente ceguera criticando a un visionario, entonces exiliado, General Perón:

"El desconocido coronel Perón, cuya estrella empezaba a levantarse sobre el horizonte vio claro que había llegado para el país la era de las masas. Y tanto su aprendizaje en Italia, su natural tendencia al fascismo, su infalible olfato para la demagogia, su idoneidad para intuir y despertar las peores pasiones de la multitud, su propia experiencia de resentido social -hijo natural como era- y por lo tanto su comprensión y valoración del resentimiento como resorte primordial de un gran movimiento de masas, y finalmente su absoluta falta de escrúpulos; todo lo capacitaba para convertirse no solamente en el jefe de las multitudes argentinas sino también en su explotador."

- En 2000 escribe Antes de el fin, y da lástima comparándose con Sartre:

"En conversaciones con camaradas íntimos yo sostuve que la dialéctica era aplicable a los hechos del espíritu, pero no a los de la naturaleza, de modo que el "materialismo dialéctico" era toda una contradicción." "...muchos años más tarde, en un encuentro teórico realizado en la Mutualité de París, se debatió ese problema entre grandes filósofos como Sartre y otros, en el que sostuvo precisamente lo mismo."

- En el mismo libro cava la tumba de su autocrítica:

"En 1951 publiqué Hombres y engranajes. Desgraciadamente, se ha cumplido aquella intuición por la que recibí tal cantidad de críticas por parte de los famosos progresistas que, durante diez años, me quitaron los deseos de publicar.
Más de cuarenta años han pasado desde la aparición de aquel balance espiritual de mi existencia, escrito en medio de las grandes convulsiones del mundo. Ahora, gran parte de lo que allí expuse es una escalofriante realidad. Muchos de los que entonces me atacaron y me ridiculizaron, acusándome de oscurantista, recién están comprendiendo el mundo atroz que hemos engendrado"

- Ya en sus últimos años nos enseña como vivir de manera contradictoria:

"es desde una actitud anarcocristiana que habremos de encaminar la vida"

Llama la atención como un hombre con tanto conocimiento y capacidad intelectual, fue tan honestamente ciego hasta los últimos años de su centenaria vida. Este hecho evidencia que hay marcas profundas que se adquieren en la vida temprana y son difíciles de curar. Ese trágico determinismo es contra el que debe luchar el surrealista.

lunes, 9 de marzo de 2009

Asociación. Un ejemplo con Elisa Carrió.

Para el surrealismo, la asociación libre es una herramienta muy importante que, por definición, no domino, por eso voy a introducirla recién después de practicar un poco.
La asociación (a secas) es un método poderoso para el lenguaje en el campo real. Por ejemplo, asociemos a Elisa Carrió con un personaje de una película muy vista: Misery (1990). Luego de unir dos elementos conocidos, el mensaje queda construido y no hay necesidad de agregar palabras.



Realidad y fantasía. Duhalde y Batman.

El ser humano es un ser social. Si alguna persona afecta nuestra realidad con sus acciones entonces podemos meternos con sus sueños.
Eduardo Duhalde tiene un sueño recurrente que lo proyecta a sí mismo como un hombre importante para Argentina, un hombre lúcido, imprescindible, un guardián capaz de intervenir para sacarnos del pozo si fuera necesario, en resumen, un héroe, él sueña que es Batman y su subconsciente tiene algunas razones. Veamos como se inspiran en él en ésta película, The Dark Knigth (2008), ambientada en Ciudad Gótica 2002. En la escena final (ver acá), Duhalde, el caballero oscuro, sostiene un diálogo con Gordon que no es mas ni menos que Nestor Kirchner...

-Batman: Yo maté a esas personas, eso es lo que podría ser.
-Gordon: ¡No, no puedes! ¡No lo eres!
-Batman: Seré lo que sea que Ciudad Gótica necesite que sea. Infórmalo así.
-Gordon: Te cazarán.
-Batman: Tú me cazarás. Me condenarás. Suéltame los perros. Porque eso es lo que necesitamos que pase. Porque a veces, la verdad no es suficiente. A veces la gente merece más. A veces, las personas merecen ser recompensados por su fe.
-Gordon: ¡Batman! ¡Batman!
-hijo de Gordon : ¿Por qué corre, papá?
-Gordon: Porque tenemos que perseguirlo.
-hijo de Gordon: No hizo nada malo.
-Gordon: Porque él es el héroe que Gótica merece, pero no el que necesita en este momento. Entonces lo cazaremos porque él puede soportarlo, porque él no es un héroe, es un guardián taciturno, un protector atento. Un caballero oscuro.

sábado, 7 de marzo de 2009

La imagen surrealista: La armonización de los dos estados

Volvamos a Breton:
"Creo en la futura armonización de estos dos estados, aparentemente tan contradictorios, que son el sueño y la realidad, en una especie de realidad absoluta, en una sobrerrealidad o surrealidad, si así se puede llamar"

Manifiesto Surrealista

Empecemos presentando el manifiesto surrealista (1924) de André Breton, que he leído y resultóme un escrito esclarecedor. Huele a la plasticola que estoy buscando. Recomiendo la lectura completa del manifiesto (leer acá) y reproduzco un párrafo que, creo, sirve para resumir la intención de Breton:

"En el instante en que el sueño sea objeto de un examen metódico o en que, por medios aún desconocidos, lleguemos a tener conciencia del sueño en toda su integridad (y esto implica una disciplina de la memoria que tan sólo se puede lograr en el curso de varias generaciones, en la que se comenzaría por registrar ante todo los hechos más destacados) o en que su curva se desarrolle con una regularidad y amplitud hasta el momento desconocidas, cabrá esperar que los misterios que dejen de serlo nos ofrezcan la visión de un gran Misterio. Creo en la futura armonización de estos dos estados, aparentemente tan contradictorios, que son el sueño y la realidad, en una especie de realidad absoluta, en una sobrerrealidad o surrealidad, si así se puede llamar. Esto es la conquista que pretendo, en la certeza de jamás conseguirla, pero demasiado olvidadizo de la perspectiva de la muerte para privarme de anticipar un poco los goces de tal posesión."